El domingo y último día de la AMCA, después de todo el trajín del sábado, no despertamos con buen cuerpo pero ya pensábamos en las chuletillas a la plancha que había visto el día anterior. Tras un revitalizador desayuno, una buena ducha y hacernos un poco los remolones, nos dirigimos por última vez a la feria con la intención de comer, despedirnos de la gente, tomar un par de ellas y volver, por supuesto no lo cumplimos.
Empezamos con algo suave, habíamos conocido a la gente de Almogàver en la cena de día anterior y como aún no las habíamos probado fuimos a su stand nada más llegar a probar la Classica y la Blat, una cerveza de trigo con un toque diferente. Como ya había gusa, para acompañar la cerveza nos metimos entre pecho y espalda dos raciones de buenísimas chuletillas de lechazo de oveja churra de Colmenar, las cuales llevábamos oliendo todo el fin de semana.
Después pasamos por Mateo y Bernabé y nos encontramos con Rodrigo, de Jardín del Lúpulo, y el becario, otros valientes que no se perdieron un día de feria. Charlamos un ratillo y aunque estábamos agotados la cosa se animaba así que pasamos por el puesto de Cervebel a tomar la Slaapmutske Tripel y la Scheldebrouwerij Oesterstout. Después nos encontraos con los camareros de L’Europe, que se aprovechaban su día libre y eran de largo los más contentos del lugar.
Se nos contagió el entusiasmo y seguimos con la LLuna’s Happy Flower, una IPA, por llamarla de alguna forma, elaborada con ingredientes orgánicos que le dan un toque diferente especial. Empezó a llover pero nosotros seguimos con la Bresañ rubia, Steve’s Beer, Fábrica Maravillas Imperial Stout, Mammooth Pale Ale,VG Noster Quercus y repetimos con la Domus EPA.
Como ya estaban cerrando nos dispusimos a despedirnos de Nicolas, su familia, amigos y casi todo el elenco de trabajadores de L’Europe. Como la cosa se alargó conseguimos que nos sirvieran la Domus Pacific , Southern Tier Eurotrash y terminamos con el barril de Brewdog Punk IPA en Cervezorama. Ya que estábamos por allí nos pasamos por el puesto de Fábrica Maravillas que nos contó que ya ve el final del túnel después de un camino de dos años para poder abrir el brewpub, el cual esperamos poder disfrutar después del verano.
Con todos los deberes hechos, cargados con chuletillas, una botella de Domus Pacific y mermeladas de Guinea Flow y Domus, nos pusimos camino para casa con una sonrisa en la boca después de un estupendo fin de semana que recordaremos durante mucho tiempo. No puedo menos que dar la enhorabuena a la organización y animarles a repetir el evento el año que viene.