Cerveza Artesana Spigha, presente en el #BBF

Estando cerca de que se publiquen las cervezas que podremos disfrutar en la segunda edición de la Barcelona Beer Festival me complace tener una excusa para hablar de unas cervezas a la que tengo un cariño especial. Os preguntaréis el por qué y puede que ni yo mismo tenga del todo claro el motivo pero, aunque no sea del todo fácil encontrarlas en Madrid, en el último año estas cervezas han ido bañando momentos en los que me lo he pasado en grande, ya sea en el AMCA, en el Birragoza, las reuniones más frikis entre amigos, en una terraza de un bar de Malasaña o ayudando a elaborar una infiltrable Oatmeal Stout, estoy hablando de la Cerveza Artesana Spigha. Hay un detalle que nos hace sospechar que no somos nosotros los únicos grandes fans de estas cervezas, y es que la cata de la Spigha Voramar, es la más vista de nuestro blog.

La Cerveseria Alcoiana donde nacen las cervezas Spigha está fundada por Pau Aznar y Toni Alós en la localidad alicantina de Alcoy. Como ocurre en la mayoría de los casos la historia de la cervecera comienza cuando Pau, estudiando en Valencia, se hizo con un kit de elaboración casera. Prueba tras prueba fue consolidando las bases de lo que ahora es una microcervecería situada en el Polígono de Cotes Baixes de Alcoy con una capacidad de producción de 15.000 litros anuales y donde la primera cerveza vio la luz en abril de 2011.

El nombre de Spigha viene del nombre común en latín de la espiga y del nombre de la estrella más brillante de la constelación de Virgo que para los romanos simbolizaba a Ceres, diosa de la agricultura y marcaba el comienzo de la siembra.

Su catalogo consta de tres de cervezas, Na Valora, Voramar y Gurugú, todas ellas se elaboran con agua del manantial del Barranc del Sinc.

La Spigha Na Valora es una Pale Ale con una graduación alcohólica de 5,6%, tiene unos 40 IBU y está elaborada con malta Pale Ale, lúpulo Centennial. Toma su nombre de la torre Na Valora, una antigua fortificación alcoyana. Tiene un color similar a la miel con vivacidad media y espuma blanca muy persistente. El aroma es intenso y lupulado, floral y frutal como a melocotón. En el sabor el lúpulo también toma el protagonismo, floral y cítrico con un final amargo marcado pero equilibrado y largo.

La Spigha Gurugú es una Brown Ale que tiene también 5,6% de alcohol y 30 IBU, tiene color marrón con toques rojizos y vivacidad media que crea espuma persistente color beige. El aroma es tostado con toques afrutados, caramelo y chocolate. En el sabor encontramos los mismos matices con un ligero amargor final.

La Spigha Voramar es una Blond Ale con una graduación alcohólica de 5,1% que nació para llegar a un público no tan acostumbrado al lúpulo .Tiene un color dorado turbio con mucha vivacidad y espuma blanca de larga duración. Los aromas, de una intensidad media-alta, son afrutados, cítricos, recordando a cáscara de naranja con matices similares a la manzana. En boca con una burbuja presente y fina tiene un sabor ligeramente dulce y cítrico, donde rápidamente aporta el carácter el lúpulo y pasa a un amargor bien integrado, muy agradable, equilibrado y redondo.

Os preguntaréis después de esta parrafada ¿y dónde las puedo encontrar? Que yo sepa aquí en Madrid, las puedes encontrar en el mercado de Chamberí y en las tiendas especializadas. Asisten a muchas ferias y me consta que Na Valora y Gurugú se podrán probar de barril en el Barcelona Beer Festival.

Son buenas cervezas que a nuestro parecer no tienen la repercusión que debieran y aunque todos sabemos que la distribución es complicada y que la cultura cervecera de este país dista mucho de ser decente, la demanda se crea poco a poco con una buena y constante comunicación, sobre todo en su página oficial y en redes sociales, tareas a los que estos cerveceros no parecen dedicar demasiado tiempo. Pero bueno, cual paladines de la justicia, aquí estamos nosotros aportando nuestro granito de arena.

Aquí os dejamos el link a una entrevista que los compañeros del blog cervecerías de españa les han hecho hace unas pocas semanas

Cerveza Artesana Spigha

Polígono de Cotes Baixes C-H, 5

03804 Alcoy, Alicante

www.spigha.es
info@spigha.es

Tel 96 552 27 76

Spigha Na Valora

Esta rica cerveza la probé por primera vez en una cena con Tierra de Cerveza y en la AMCA me la volví a encontrar repitiendo los tres días varias veces. Para mí la Spigha Na Valora fue una de las mejores de la feria.

Las cervezas Spigha se elaboran en la Cervesera Alcoiana en el Polígono Industrial de Cotes Baixes en Alcoi, Alicante mediante procesos completamente artesanales, productos naturales. En su web afirman que sus cervezas no te dejarán indiferente y por lo menos en mi caso es cierto.

La Spigha Na Valora es una Pale Ale con una graduación alcohólica de 5,6%, tiene unos 40 IBU’s y está elaborada con malta Pale Ale, lúpulo Centennial y agua del manantial del Barranc del Sinc. Toma su nombre de la torre Na Valora, una antigua fortificación alcoyana.

Tiene un color similar a la miel con vivacidad media y espuma blanca muy persistente. El aroma es altamente lupulazo, floral y frutal como a melocotón. El sabor es intenso y caracterizado principalmente por el lúpulo, similar a una American Pale Ale, floral y cítrico. El amargor es fuerte al principio pero al final del trago es ligero equilibrado y largo.

Esta gran cerveza que, aquí en Madrid, se puede encontrar en una tienda de vinos del mercado de Chamberí, ahora no recuerdo el nombre. Me parece que tendré que pasarme en breve para recargar la nevera.

Spigha Voramar

Habiendo probado brevemente la cerveza Spigha Na Valora hace un tiempo tenía ganas de volver a encontrármela en la AMCA para confirmar sensaciones, mi sorpresa fue el encontrarme, no sólo con la confirmación de que la Na Valora es una gran cerveza, sino que sus hermanas Voramar y Gurugú no se quedan atrás. Me vine cargado para casa con un par de botellas de cada para disfrutarlas y reseñarlas en el Observatorio así que hoy empezamos por la Spigha Voramar.

La cervezas Spigha se elaboran en la Cervesera Alcoiana en el Polígono Industrial de Cotes Baixes en Alcoi, Alicante mediante procesos completamente artesanales, productos naturales y agua del manantial del Barranc del Sinc. En su web afirman que sus cervezas no te dejarán indiferente y tanto en mi caso como en el de los conocidos que las probaron en la AMCA, todo apunta a que es cierto.

La Spigha Voramar es una Blond Ale con una graduación alcohólica de 5,1% que tiene un color dorado turbio con mucha vivacidad y espuma blanca de larga duración. Los aromas, de una intensidad media-alta, son florales y cítricos, recordando a cáscara de naranja y evolucionando, al perder temperatura, a matices más similares a la manzana. En boca con una burbuja presente y fina tiene un sabor ligeramente dulce y cítrico, donde rápidamente aporta el carácter el lúpulo y pasa a un amargor bien integrado, muy agradable, equilibrado y redondo.

Nos gustan las cervezas extremas, las cuales llaman la atención rápidamente, pero nunca hay que olvidar que en el resto del espectro solamente destacan las excelentes. Nos hemos encontrado con una cerveza muy rica con un carácter especial mezcla del saber hacer y el importante añadido de la pasión por el oficio, la cual pude observar claramente cuando les conocí en la feria.

Crónica de la AMCA, el primer día

Sonó el despertador por la mañana y una pequeña sonrisa en mi rostro cambiaba mi mala cara habitual, este va a ser un buen fin de semana. Tras un lapso de varias horas de curro, una comida y una pequeña siesta nos pusimos en marcha, tarde y con prisas, a la AMCA, con nuestra puntualidad habitual nos perdimos la inauguración.

Al llegar, decidimos dar una vuelta de reconocimiento inicial en la que ya empezamos a encontrarnos conocidos. Primero nos encontramos con Joserra, uno de los organizadores, bastante nervioso, corriendo de un lado a otro y preocupado porque todo saliese a la perfección. Al pasar por el stand de Yria nos reconoció Ernesto que nos habló de sus cervezas y de un interesante proyecto que está preparando para este verano en Noblejas del que hablaremos en breve en el blog. No habíamos acabado a vuelta y nos encontramos con Nicolás, de Cervecería L’Europe, que estaba con las “personalidades” del evento haciendo una vuelta al ruedo inicial muy diferente a la nuestra, parando y catando uno a uno todos los puestos. Cuando nos dimos cuenta la ronda se había alargado y llevábamos un buen rato con el vaso vacío, basta de cháchara y al lío.

Aunque ya tenía una pequeña lista de cervezas a probar el viernes, en nuestra línea, incumplimos desde la primera. Queríamos empezar por algo suave así que pasamos por en el stand de La Virgen donde probamos la Lager y la Jamonera y nos llevamos unas bonitas chapas. No pudimos pasar por Domus sin mirarnos de reojo y correr a pedir la Pacific y la EPA, como ya es habitual, todo lo que sale de esa cervecera es impresionante, un placer charlar un ratillo con ellos.

Seguimos andando sin rumbo fijo cuando nos decidimos a probar las Spigha Voramar y Na Valora. Para mí definitivamente la gran sorpresa de la feria, cervezas impresionantes elaboradas con cariño y pasión por cerveceros amables y simpáticos, qué más se puede pedir. Tras un paréntesis para comernos una mini hamburguesa, rica pero escasa, nos pasamos por Cervezorama y charlamos un ratillo con ellos mientras probábamos las Rogue Oregasmic Ale y la Dead Guy. Seguíamos con hambre así que nos decidimos por lo más gocho que encontraos, los bollos “preñáos”, os podéis imaginar que para acompañarlo había que pasar a birras más fuertes.

Creo recordar que de camino, mi memoria de ese momento empieza a flaquear, nos encontramos con Rodrigo, duque y dictador de Jardín del Lúpulo, y Mikel, organizador del BBF, charlamos un ratillo y probamos la Mammooth Hécate, una imperial stout me gusta masticarla y este no era el caso. Como estábamos secos seguimos la ronda.

Fuimos directos a Naparbier a por la ZZ+, no me puedo resistir al careto de Billy Gibbons en un papel plastificado, puedo mojarme y decir que para mí fue la mejor de la feria. Por supuesto les preguntamos por la Undead y la gran noticia es que, debido al éxito que ha tenido, la volveremos a ver en las tiendas y en mi nevera. Ya que estábamos alado del Cervecero y viendo tanto cartel de IPA me probamos la Emelisse Black IPA, perfecta para ese momento.

Ya era tarde y quedaba poco para la hora de cierre así que para terminar, nada mejor que un postre, fuimos por la Southern Tier Choklat que tenían pinchada en Cervezorama. Tuvo mucho éxito pero en pocos tragos me cansó, nunca pensé que diría esto pero, demasiado chocolate para nosotros.

Al acabar la tarde muchos de los asistentes continuaron la fiesta en Irreale, nuevo bar en el barrio de Malasaña pero nosotros decidimos que era mejor ir pronto a descansar, para estar el sábado a pleno rendimiento.

La intención era meter los tres días en una sola entrada pero no he sido capaz de resumir, en próximas entradas prometo enrollarme menos 🙂