Llega el sábado y necesito comprarme un traje, todo pintaba a que nos esperaba una aburrida mañana de comprillas por el barrio. Con las manos vacías se me terminó la poca paciencia que tengo para estos temas y a eso de las 13:45h nos pasamos por el Labirratorium con la esperanza de que no fuese muy tarde para poder tomarnos una buena birra pre-siesta que nos arreglase la mañana, en ningún momento nos imaginamos que aquello se alargaría hasta las 10 de la noche.
Como David, compañero bloguero de Homo Lupulus, tenía en la nevera varias cosillas que quería probar decidimos compartir una botella grande entre los tres. La elegida fue la belga La Moneuse una rica Saison de 8% elaborada con dos tipos de malta y azucar blanco por la Brasserie de Blaugies, situada a pocos metros de la frontera francesa. Lleva el nombre de Antoine Joseph Moneuse, un famoso jefe bandido local antepasado de los cerveceros. Sin duda una cerveza muy recomendable con el fuerte carácter a levadura propio estilo, un toque lupulado y un pelín seca.
Como la cerveza era fuertecilla Débora echó a correr a La Quesería donde compró un poco de cecina y un par de cuñas de queso Gorgonzola y Stilton. No soy muy fan de estos quesos que huelen a pies pero la verdad es que con esta cerveza entraban solos.
David decidió que no se iría a casa al mediodía así que para acompañar el queso que sobraba y visto lo buena que estaba la primera cerveza, atacamos a su hermana navideña que nos miraba con ojillos desde la nevera, La Moneuse Speciale Noël, una Belgian Strong Ale elaborada con azúcar y tres maltas que le dan una graduación alcohólica de 8%. Lo primero que nos sorprendió es que distaba mucho de las típicas y especiadas cervezas navideñas belgas, nos recordó más a un vino dulce con un curioso carácter frutal y a levadura.
La cosa se complicaba así que para hacer un poco de masa en el estómago y que no se nos subiese a la cabeza más de lo debido me acerqué a la confitería de alado y compré una empanada de bonito y una napolitana de jamón y queso con lo que ya descartamos el ir a comer a un mejicano cercano.
Con el estómago inundado de espíritu navideño nos abrimos la St Feuillien Cuvée de Noël de 2012 a la vez que empezábamos a asumir que la siesta iba a quedar en proyecto. Esta Belgian Strong Ale de 9% de alcohol y color rojo rubí nos devolvió al clásico espíritu especiado, dulce y alcohólico de las cervezas navideñas belgas con un sabor intenso pero con matices muy equilibrados, nada empalagosa.
Como ya no tenía sentido marcharse a casa abrimos una Lindemans Kriek Cuvée René, una Kriek de un rojo sanguinolento con 5% de alcohol para limpiar un poco el paladar. Su carácter frutal a cerezas y su acidez entre media y fuerte hizo que nos olvidáramos de las malas sensaciones de la otra línea de cervezas dulzonas de Lindemans que nada tienen que ver con esta rica kriek.
De perdidos al río, nos dejamos de tonterías y llegaba el momento de hincarle el diente a la Port Brewing Old Viscosity, una impresionante American Strong Ale con 10% de alcohol maridada con unas trufas de chocolate y unos riquísimos buñuelos de nata, crema y chocolate de la confería de alado. Está elaborada con maltas de dos carreras, Domestic Crystal, English Crystal, Carafa III, Chocolate, trigo y lúpulo Mágnum. Finalemnte se le añade un 20% de una elaboración anterior que ha sido envejecida en barricas de bourbon. Muy compleja y con cuerpo denso está repleta de matices tostados, a café, azúcar moreno, chocolate negro, ciruelas, pasas y madera.
Siguiendo con los birrotes le llegaba su San Martin a la Nøgne Ø # 100, un delicioso punto medio entre una Imperial IPA y una Barley Wine de 80 IBU y 10% de alcohol elaborada con maltas Maris Otter, chocolate y trigo y lúpulos Columbus, Chinook y Centennial. Un caramelito dulce con un integrado final amargo que me enganchó tanto que se me olvidó hacer la foto…
La idea era volver a limpiar el paladar con ácido así que emprendí una durísima batalla para quitar el lacre plasticoso que rodeaba la chapa de la Wild Beer Ninkasi, una Saison de 9% de alcohol elaborada con zumo de manzanas, lúpulo de Nueva Zelanda y levadura salvaje que lleva el nombre de la diosa de la cerveza y el alcohol de la antigua mesopotamia. Por si esto fuera poco y rizando el rizo está sometida a una segunda fermentación con una traicionera levadura de champagne que provoca un pequeño geiser al abrir la botella. El carácter a saison no es muy marcado, predominando los matices a manzana pero la supuesta acidez no se la encontramos por ningún lado.
Ya de noche nos propusimos dejar la nevera temblando y recuperamos la tendencia navideña con la Nøgne Ø God Jul es una Winter Ale de 19 IBU y 8,5% de alcohol elaborada con maltas Lager, Munich, Caramel, Black y Chocolate y lúpulos Chinook, Columbus y Centennial. Muy recomendable, rica y compleja se me antojó más cercana a una Imperial Stout que a otras cervezas del estilo.
A eso de las 21:30h y como broche final a esta “cerveza mañanera pre-siesta” pusimos la guinda con el delicioso tributo a los marineros Struise Pannepot 2012, una Belgian Strong Ale de 10%, y la Struise Tsjeeses Reserva PBA (Port Barrel Aged), una rica y especiada Belgian Strong Ale de 10% envejecida en barrica de Oporto. Sin duda no podíamos terminar de mejor manera.
Algo más de 8 horas después, a eso de las 22:00h, con el trabajo bien hecho y entre ataques de risa, emprendimos nuestro triunfal regreso a casa. Se ve que a David no le pareció sufriente porque al cerrar la tienda se fue al Animal a seguir con el homenaje…