Después de las buenan sensaciones que nos trajimos de Hornbeer en el BBF donde probamos la Hornbeer Hophorn y la inmensa Hornbeer Caribbean Rum Stout (que espera su turno en la nevera y veremos próximamente en el Observatorio), no podíamos dejar pasar la ocasión y cuando vi en Facebook que las tenían en Labirratorium, me pasé corriendo a por ellas. Hoy hablaremos de las más veraniegas, la Hornbeer Dryhop y la Hornbeer Vårøl.
Se elaboran por la Hornbeer Mikrobryggeriet en la localidad danesa de Kirke Hyllinge por Jørgen Fogh Rasmussen, hermano del que fue primer ministro danés entre 2001 y 2009. Ha sido votada en su país como la mejor cervecera del año en 2009, 2010 y 2011 y las curiosas etiquetas son óleos obra de Gunhild Rasmussen, mujer de Jørgen. Poco más he podido sacar en claro de la indescifrable página web de la cervecera.
La Hornbeer Dryhop es una muy lupulada Premium Lager con una graduación alcohólica de 5% monovarietal de lúpulo Amarillo con DryHopping con el objetivo de ser una cerveza seca sin mucha presencia de malta para que el lúpulo tenga todo el protagonismo. El óleo del que sale la etiqueta tiene un nombre que significa algo así como la prima seca y representa a una… estoo… ni idea, ¿un lúpulo recién salido del psiquiátrico?
De color rubio tiene vivacidad media con espuma blanca de larga duración. El aroma es impresionante, todo lúpulo similar a una IPA, a pino, fruta tropical y cítricos. En boca ya notamos que se trata de una lager pero extremadamente lupulada, tenemos los matices dulces de los cítricos y frutas tropicales con un final muy seco con un amargor desequilibrado pero no extremo. El lúpulo es el protagonista de esta lager rica y diferente.
La Hornbeer Vårøl es una American Pale Ale con 6,4% de volúmen de alcohol elaborada malta de cebada, malta de trigo, lúpulo y especias. La etiqueta, según el traductor de google, lleva el nombre de algo parecido a la primavera de las vacas juguetonas y muestra a unas vacas paseando por el campete.
Tiene un color cobrizo con vivacidad alta que crea una gran cabeza de espuma color beige de larga duración. El aroma es intenso con fuerte presencia tanto de lúpulo como de malta con matices a caramelo, miel, floral, herbal y a frutas cítricas y tropicales. En boca con una efervescencia media también es intensa, inicialmente notamos el dulzor del caramelo y cáscara de cítricos seguidos de resina, hierba y flores con un final de trago donde se integran todos estos sabores dulces con un equilibrado pero potente amargor donde persisten todos los matices que aportan la malta y el lúpulo. Una buena birra que no es muy refrescante para el verano ni contundente para el invierno, pero es perfecta para la época del año para la que está parida, esos días de primavera en los que no hace ni frío ni calor.
Estas dos curiosas y dispares birras hacen de Hornbeer una cervecera original y atípica que sorprende incluso con los estilos más trillados, estoy deseando indagan más en sus cervezas.