La verdad es que como tomo tanta cerveza trapense, no la considero nueva y me he dado cuenta que casi no han tenido presencia hasta ahora en el blog, esto se soluciona fácilmente, hoy toca la Westmalle Tripel.
La Westmalle se elabora en la Brouwerij der Trappisten van Westmalle en la localidad de Malle en Bélgica. La abadía se fundó en 1794 por monjes del monasterio de La Trappe, en Normandía, que huían del clima anticlerical de la revolución francesa.
La Westmalle Tripel es una cerveza triple trapense con una graduación alcohólica de 9,5% y segunda fermentación en botella. Esta cerveza, conocida como la madre de todas las triples, se elaboró por primera vez en 1934, la fórmula actual no ha sufrido cambios desde 1956. La denominación trapense se utiliza solamente para ocho cervezas fabricadas en abadías de la Orden Cisterciense de la Estricta Observancia: Achel, Chimay, La Trappe, Orval, Rochefort, Westvleteren, Westmalle y la más reciente Mont des Cats.
Tiene color dorado turbio con poca vivacidad y espuma blanca poco persistente. El aroma es intenso y afrutado, dominado por la malta y la levadura, como caracteriza de este tipo de cervezas. En un principio el sabor es dulce y frutal como a manzana pasando a mezclarse poco a poco con el amargor y dejando un retrogusto alcohólico fuerte al final.
En nuestro Observatorio tenemos difícil la entrada en la orden de la Estricta Observancia porque somos más del estricto bebercio, pero con estas cervezas uno se plantea que, quitando el voto de castidad, no estaría tan mal evadirse del mundo y pasar la vida elaborando cerveza, bebiendola y leyendo por los silenciosos claustros de una tranquila abadía. Pero no nos engañemos, esto estaría bien para unas vacaciones de un mes, después de ese tiempo echaríamos de menos las IPAs.