Ya ha pasado más de una semana desde que se celebró el Barcelona Beer Festival y a estas alturas ya habréis leído cantidad de cosas sobre lo que allí vivimos. Pero, aunque tarde, no queremos dejar pasar la oportunidad de contaros las cosas que a nosotros personalmente nos gustaron y las que no nos gustaron tanto.
LO BUENO
El sitio y el aforo, una plaza de toros reconvertida en centro comercial, una sala muy amplia y una buena distribución de grifos y de stands. Las vistas desde la terraza son espectaculares. Las estrictas normas de seguridad hicieron que el aforo estuviese más que controlado, así que a pesar de las largas colas que se formaban para entrar dentro estábamos muy agusto sin ninguna aglomeración.
La guía y la pizarra, la guía es muy completa y editada en 3 idiomas, con todas las cervezas numeradas. Cada cerveza que iba saliendo en la pizarra venía con el número de grifo y el número correspondiente en la guía para localizarlas fácilmente. Cada cambio de cerveza en la pizarra venía acompañado de un sonoro toque de campana para regocijo de todos los asistentes, que gritábamos ansiosos por ver cual era la nueva cerveza a catar, como si nos hubiese tocado la lotería.
Los baños: Muy grandes, con muchos servicios, así que nunca había que hacer cola y limpísimos durante todo el día, gracias a dos chicos que estuvieron allí currando todo el fin de semana, es de agradecer en una feria de este tipo.
Grifos para lavar los vasos, una amplia pila con unos cuantos grifos, suficiente para todos los asistentes, parece que durante un ratito el viernes a última hora dejaron de funcionar, pero se solucionó rápidamente y aguantaron perfectamente todo el fin de semana.
Las actividades: muchas y variadas, tan solo asistimos a la quedada bloguera, pero nos cuentan los asistentes que la mayoría de ellas estuvieron muy bien. Preguntadles a los chicos de Cervecearte que no se perdieron ninguna.
La cantidad y variedad de cervezas, nada menos que 300, muchas de ellas muy difíciles de encontrar en barril, como por ejemplo las Cantillon o muchas envejecidas.
La organización impecable: seguridad, limpieza, todo bien. Además queremos agradecerles desde aquí, el contar con los blogs para presentar las cervezas asistentes, darnos las acreditaciones, organizarnos una actividad y dejarnos un ratito para reunirnos.
LO NO TAN BUENO
La música: hemos debatido en muchas ferias si es bueno que haya música o no, ya que no a todos nos gusta escuchar lo mismo ni al mismo volumen, lo que seguro no nos gusta a ninguno es estar tres días con el mismo CD de fondo. Si tengo que pedir encarecidamente una sola cosa para próximas ediciones, es que por favor, no pongan el Opá cada 20 minutos (a pesar de que nos dio pie a unas cuantas risas).
La rotación de las cervezas y el no saber cuando iban a pinchar cada birra, hubo algún momento en el que había gran cantidad de IPAs, pero ningún petróleo.
La falta de mesas y sillas: También mucho se ha debatido sobre este tema, si bien es cierto que el estar de pié favorece el movimiento, el saludar y el conocer gente, para los que hacemos un intensivo de muchas horas de feria es agotador estar tanto tiempo de pie. Además no somos los únicos a los que nos gusta ir a las ferias, hay que pensar en gente mayor, niños, embarazadas… no estarán tantas horas allí como nosotros, pero han de sentarse.
La zona de fumadores, cuando la había, era extremadamente pequeña y estábamos muchos allí apiñados. El sábado por la tarde la desalojaron por razones de seguridad, lo que significaba que si salías a fumar tenías que volver a hacer la cola por la puerta principal, cola que en algunos momentos era de más de una hora, lo que causó un cabreo general entre los fumadores. Pese a la insistencia de Joan por megafonía de que no lo hicieran bajo amenaza de expulsión, a muchos les dio por fumar dentro o en los baños, creo que es un aspecto a tener mejor previsto en próximas ocasiones.
La comida, para mi fue un chasco, después de leer en la guía que habría crepes, empanadas, quesos… llegar allí y ver que eran raciones escasas, eran más que nada pequeñas tapas, caras y con no muy buena pinta. Había que salir a comer lo que se convierte en un gran inconveniente cuando hay que esperar cola para volver a entrar.
La pizarra no se veía muy bien, parte debido a las vallas que había delante, la tiza que era un poco floja, la luz escasa a según que horas y las letras pequeñas. Desde el fondo del local no se veía nada.
La acústica no era muy buena, había momentos en los que había mucho ruido, y la megafonía no se oía.
En conclusión, para nosotros el evento salvo algún detalle mejorable estuvo perfecto. Sabemos que la organización esta atenta a todas estas sugerencias y que toma nota para el año que viene. Al menos así lo ha hecho este año, y aunque nosotros no asistimos a la edición anterior, sabemos que ha mejorado sustancialmente. Nosotros repetiremos para comprobarlo ¡nos vemos en el #bbf14!