Hitachino Nest XH (Extra High) y Espresso Stout

Parece que poco a poco volvemos al ritmo habitual después de un periodo de vagancia extrema, habitual en mí pero no en el blog que a estado un poco abandonado estos dos últimos meses. Para celebrar nuestra vuelta a la vida nada mejor que dos equilibradas cervezas japonesas elaboradas con maestría, las Hitachino Nest XH (Extra High) y Espresso Stout.

Las cervezas Hitachino Nest se elaboran en la fábrica de cerveza, sake y shochu Kiuchi Brewery fundada en 1823 por Kiuchi Gihei, el jefe de la aldea Kounosu, con la idea de reutilizar las existencias de arroz que quedaban en el almacén. Fue en 1996 cuando adoptaron el logo del buho y cambiaron el nombre de su cerveza a Hitchino Nest, en 2003 abrieron una planta para producir el subproducto del sake destilado Shochu Kiuchi reciclando los restos de otras elaboraciones y tienen un enorme viñedo con el que están produciendo también vino desde 2004.

La Hitachino Nest Espresso Stout es una Stout con una graduación alcohólica de 7% elaborada con granos de café y siguiendo la línea una Russian Imperial Stout, solo que se queda un poco corta de alcohol.

Tiene color negro con poca vivacidad que crea espuma color marrón claro muy poco persistente. Con intensidad media captamos aromas tostados a café, chocolate con ligra presencia del alcohol. En boca tiene cuerpo medio-alto, muy maltosa y nada efervescente con los mismos matices torrefactos, a café y chocolate que teníamos en el aroma y con ligeras notas a frutos oscuros maduros. En el final del trago se percibe ligeramente el alcohol y tiene un amargor ligero que redondea el resultado dejando una cerveza perfectamente equilibrada. Lejos de ser un denso chapapote negro se trata de una cerveza bebible, perfectamente elaborada y sin pretensiones.

La multipremiada Hitachino Nest XH (Extra High) es una Brown Strong Ale con 8% de alcohol elaborada con maltas Marris Otter, Munich, Crystal y Chocolate y lúpulos Chinook y Styrian Holding que le dan 44 IBUs. Está madurada 3 meses en barricas de Shochu, un destilado japonés de cebada, boniato, trigo sarraceno y arroz que elaboran ellos mismos.

De color entre marrón y cobre tiene muy poca vivacidad con una bonita cabeza de espuma color crema de persistencia media. En el aroma predominado por el dulzor de la malta a miel y fruta madura recuerda en un principio a una Barley Wine pero rápidamente captamos junto con la levadura y el alcohol matices como a wisky y sake, aromas que supongo aporta el Shochu, el cual nunca he probado. En boca es cuerpo medio-alto intensa y rarísima, fuera de cualquier estilo que hayamos probado, sigue predominando al principio del trago los matices dulces como a caramelo y fruta pero aparecen con fuerza los sabores a sake y a arroz del sushi dejando un complejo retrogusto alcohólico muy largo.

Si bien la Espresso Stout es una buena y equilibrada cerveza, la original y sabrosa Hitachino Nest XH me trasladado al rodaje de alguna peli de Kurosawa, enseguida me he visto a lomos de un caballo en el japón del shogunato Tokugawa, con un daisho en las manos, gritando a unos aldeanos asustados en un idioma incomprensible (lo mismo se sube un poco…).

Scheldebrouwerij Oesterstout y Mug Dryhop Speciaal

Hoy, en nuestro pequeño periplo belga, dedicamos el día a la Scheldebrouwerij Oesterstout y la Mug Dryhop Speciaal que se elaboran en Scheldebrouwerij en Hoogstraten, Bélgica, a pocos metros de frontera con holanda. Estas cervezas me llamaron la atención en La Tienda de la Cerveza especialmente por las curiosas y poco descifrables etiquetas.

La Scheldebrouwerij Mug Dryhop Speciaal es una Pale Ale, por ahí he leído que de estilo inglés pero personalmente no se lo encuentro sino que tiene un marcado carácter belga, con una graduación alcohólica de 5,3%. En la etiqueta al parecer representa a un cuento popular sobre un mosquito y aparecen dos hombres escasamente vestidos que no pueden dormir por su culpa, no de ellos empuña un garrote supongo que con la intención de acabar con su siseo.

Es rubia con alta vivacidad que crea una gran cabeza de espuma blanca que se mantiene permanente. El aroma tiene el carácter belga a levadura junto con un mínimo dulzor y olores cítricos y florales debidos al lúpulo. En boca tiene efervescencia media-alta y cuerpo ligero, un pelín dulce con sabores a cáscara de cítricos con un marcado amargor final para una pale belga donde el alcohol se hace ligeramente presente. Una cerveza sencilla y refrescante para esos momentos calurosos del veranete.

La Scheldebrouwerij Oesterstout es una Stout con 8,5% de alcohol elaborada, entre otras con maltas Aroma 150, Cara 120 y Roost 900 bombeando el mosto sobre conchas de ostras de Selandia, la isla más grande de Dinamarca. En la etiqueta, que se supone que representa otro cuento popular aparece un hombre muy contento sentado en un barril con una hermosa sirena y alado de su amigo tristón, supongo que alguna moraleja tendrá.

Tiene un color rubí muy oscuro casi negro con vivacidad media-baja con espuma beige poco persistente. El aroma es tostado con matices a pan, frutas negras, un ligero chocolate y agua de mar. En boca con no mucho cuerpo también destacan los matices tostados a pan y frutos secos, azúcar moreno, chocolate y un toque salado como a agua de mar que supongo que vendrá de las conchas de las ostras. Tiene un toque como a licor al final aunque el alcohol está bien integrado. Es una cerveza diferente y curiosa que personalmente no me ha encantado.

Hoy hemos reseñado dos birras diferentes y raras para ser belgas, aunque no son dos joyas se ve que poco a poco van abriendo su mente a estilos y matices diferentes a los que nos tienen acostumbrados.

DouGall’s 942 y DouGall’s Haiti

Sea por el motivo que fuere, aparte de en el #MCN2012, hasta ahora estas cervezas no habían tenido un protagonismo directo en nuestro blog, ya iba siendo hora de solucionarlo reseñando el buque insignia de la cervecera, la DouGall’s 942 y su nueva y solidaria creación, la DouGall’s Haiti.

Las cervezas DouGall’s se elaboran en la localidad cantabra de Liérganes fundada en 2009 por su responsable londinense Andrew Dougall. Con una buena filosofía empresarial y bajo su lema “Piensa global, bebe Local” se ha convertido en una de las cerveceras artesanal más punteras a nivel nacional.

La DouGall’s 942 es una American Pale Ale con 4,2% de volumen de alcohol y 30 IBUs elaborada con maltas Maris Otter, Caragold y lúpulos Cascade y Simcoe. Lleva como nombre el prefijo telefónico de Cantabria y poco a poco se ha ido consolidando como una de las Pale Ale más valoradas a nivel nacional.

Tiene un color rubio casi dorado con poco poso, vivacidad media y espuma blanca de burbuja fina persistente. El aroma es intenso y agradable, fuertemente lupulado, cítrico y frutal a mango, melocotón junto con notas a pino y resina. En boca, con cuerpo medio y un pelín efervescente, encontramos los mismos matices a mango y melocotón con un amargor final rico y redondo que se mantiene en boca un buen rato. Un pedazo de cervezón lupulado merecedor de todos los halagos que recibe.

La DouGall’s Haiti es una Imperial Stout al estilo inglés con una graduación alcohólica de 8% elaborada con Trigo, Avena, maltas Maris Otter, Crystal, Chocolate, Black Roasted Barley y lúpulo Willamete. Se trata de una cerveza de temporada y solidaria ya que 20 céntimos de cada botella y 18€ de cada barril se destinan a ayuda para equipamiento pesquero en la localidad haitiana de Jacmel.

Tiene un color marrón muy oscuro casi negro con reflejos en tonalidades rubí, tiene poca vivacidad que provoca poca espuma color beige de corta persistencia. El aroma es maltoso, tostado, café, chocolate con un ligero ahumado. En boca encontramos sabores torrefactos y ahumados a café, chocolate con matices a frutas negras con un final de trago con mínimo amargor que no toma protagonismo y alcohol bien integrado.

Entre estas dos me quedo con la DouGall’s 942, una cerveza increíble, con lúpulo muy fresco de la cual han sacado una versión IPA de temporada la cual está esperando su San Martín en la nevera.

La Pirata Súria y La Pirata Black Block

Tenía curiosidad de probar estas cervezas después de los buenos resultados que tienen ambas en las votaciones de la Liga de Estilos Cerveceros de Humulus Lupulus. Así que como en estos casos saciar la curiosidad, junto con la sed, no nos cuesta mucho, bajamos corriendo a Cervezorama y Labirratorium a hacernos con La Pirata Súria y La Pirata Black Block.

Las Cervezas La Pirata Cervesa Artesana procedentes de la localidad barcelonesa de Súria se elaboran en la cervecera Ca l’Arenys en Valls de Torroella. Después de un asalto, los piratas solían prender fuego al barco enemigo para eliminar pruebas y afirman que la palabra pirata viene de la palabra griega para el fuego “Pyros”, así que se autodefinen como una cerveza incendiaria, artesana y natural.

La Pirata Súria es una American Pale Ale con una graduación alcohólica de 5,6% y 30 IBU elaborada con lúpulos americanos y back-hopping de lúpulo Centennial. Está dedicada y hecha al gusto de la localidad de procedencia de estos cerveceros y la etiqueta es simple pero muy llamativa y bien diseñada.

 Tiene un color anaranjado con poca vivacidad y espuma blanca con poca retención. El aroma de intensidad media está dominado por el lúpulo, cítrico, similar al pomelo, cáscara de naranja con matices a caramelo. En el sabor encontramos los mismos sabores que teníamos ne el aroma pero más intensos con un final de trago equilibrado ente cítrico y amargo. Una cerveza sabrosa y refrescante para beber en cualquier momento y en grandes cantidades.

La Pirata Black Block es una bestial Imperial Stout con una graduación alcohólica de 11,2 % y 72 IBU. La original etiqueta es obra de Negrescolor Illustration y es una especie de Gernica a cuatro colores con multitud de detalles y perspectivas a lo M. C. Escher a la que merece la pena dedicarle un tiempo.

Tiene color negro y escasa vivacidad que crea una espuma beige de corta duración que mantiene una pequeña capa en la superficie de la cerveza. El aroma es maltoso intenso y dulce a toffee, caramelo, café y alcohol. En boca tiene un cuerpo denso y el fuerte y dulce sabor recuerda al regaliz, toffee y café, encontrando en menor medida frutas como pasas y ciruelas. El final del trago es entre dulce, amargo y licoroso similar al sabor de la juanola. Una bomba de birra traicionera, fuerte y alcohólica para disfrutar con mucha calma.

Dos buenas cervezas que podréis probar de barril el sábado 20 de abril en la Feria de la Cervea Artesana de Noblejas y este jueves 18, que estarán junto con Cervezas Son el Irreale, en una de las fiestas previas a la Feria de Noblejas.

Naparbier Janis Porter y Naparbier Pumpkin Tzar #NaparWeek

Hoy comenzamos un minievento virtual propio y casero. Como se nos habían acumulado varias cervezas diferentes de Naparbier hemos decidido celebrar la #NaparWeek, vamos a dedicar esta semana en el blog a reseñar unas cuantas birras de la esta cervecera navarra que lo está petando.

Naparbier nació en Navarra como cooperativa en 2009 por un grupo de empleados y homebrewers aficionados que, afectados por un ERE, utilizaron la indemnización para fundar la cervecera que ha crecido de la mano de Alex Schmid, maestro cervecero del brewpub madrileño Naturbier.

Para el primer día de la #NaparWeek se lo hemos dedicado a la oscuridad con las dos representantes que tenemos ahora mismo en el mercado, la Janis Porter y la Pumpkin Tzar.

La ya una vieja conocida Naparbier Janis Porter es una Robust Porter con una graduación alcohólica de 6,2%. La han votado como la mejor porter nacional en la Liga de Estilos Cerveceros de Humulus Lupulus. En un homenaje a la inmensa Janis Joplin en la etiqueta aparece la típica fragoneta hippie psicodélica con florecillas de lo colores a lo flower power.

Tiene un color marrón oscuro con vivacidad media y espuma color crema de la que se mantiene una capa de unos 4 milímetros en la superficie. El aroma es intenso, torrefacto a chocolate y café con un toque lupulado. En boca tenemos una entrada frutal como a pasas que la siguen los sabores fuertes a chocolate y café con un marcado y largo amargor final con un toque terroso. En esta botella me pareció mucho más fuerte, con más cuerpo, más maltosa y menos lupulada de lo que recordaba.

La Naparbier Pumpkin Tzar es una Russian Imperial Stout con calabaza y chile habanero, envejecida en barricas de roble francés, con una graduación alcohólica de 11,6%. Este birrote, que fue una de las pocas cervezas que provocó largas colas en el BBF13, lo parieron Naparbier, Sven, del Drunk Monk, Manolo, del Freiburg y Robert Merryman con el motivo de la vuelta a Estados Unidos de este último. La etiqueta, como podéis ver, es otra obra de arte de Antonio Bravo, la verdad es que todas las etiquetas de las cervezas nuevas que están sacando son impresionantes. En ella, aparte de los nombres de los creadores, aparecen también los participantes en la elección del nombre.

Es un chapapote negro abisal con vivacidad tirando a nula y una mínima espuma marrón claro que desaparece rápidamente. Aroma es intenso torrefacto, a fruta madura como a ciruela madura con toque licoroso donde también hay presencia del lúpulo. En el sabor tenemos el toque inicial dulce a fruta madura seguido de un fuerte sabor a chocolate y café con un marcado amargor final en el que aparece un ligero picor que se mantiene un rato largo. El alcohol también aparece en boca con una textura cremosa muy agradable y cuerpo denso. La calabaza no la encentro pero supongo que equilibra la formula ya que es una cerveza muy compleja y redonda.

Este ha sido el resultado satisfactorio del primer día de la #NaparWeek, seguro que nosotros lo hemos disfrutado más que vosotros pero esperamos haber transmitido un poquillo de nuestro parecer sobre estos dos cervezones.

Thornbridge Saint Petersburg

A veces, cuando la luz del domingo comienza a abandonarnos, nos asaltan pensamientos negativos relacionados con el desagradable momento en el que suena el despertador el lunes por la mañana. Por experiencia, la mejor manera de eliminar la depresión es piplarse una mousse de chocolate con medio litrazo de rica cerveza negra, en este caso le a llegado el momento a la Thornbridge Saint Petersburg.

Se elabora en la Thornbridge Brewery en Derbyshire, Inglaterra. Comenzaron a elaborar cerveza a principios de 2005 con el enfoque de crear gran variedad de recetas tradicionales con toque moderno. Ahora mismo poseen dos fábricas, la original de Thornbridge, con maquinaria para la elaboración de la cerveza más tradicional y la de Riverside, donde elaboran con sistemas tecnológicamente innovadores. En sus etiquetas aparece la estatua de Flora, diosa romana de las flores, los jardines y la primavera, de mano de la que han conseguido, a nivel nacional e internacional, más de 200 premios.

La Thornbridge Saint Petersburg es una Imperial Russian Stout con una graduación alcohólica de 7,4%. Se trata de una cerveza galardonada con multitud de premios de Great Baltic Adventure, Great Taste Awards, International Beer Challenge, Oakwood Festival, Midlands SIBA, National SIBA y nada menos que 12 medallas de CAMRA.

Tiene un color marrón oscuro casi negro, con vivacidad media que crea espuma persistente color marrón claro. El aroma es a café, regaliz y ahumado, mismos matices que encontramos en el sabor junto con caramelo y pasas con un cuerpo medio. El final del trago es resinoso, amargo y ligeramente ahumado.

La Thornbridge Saint Petersburg con la que comenzar el lunes con fuerza que tiene una etiqueta bonita y elegante. No me van demasiado los ahumados pero en este caso no me ha desagradado porque es muy ligero, preferiría menos cantidad para esta cerveza ya que, debido al alcohol, hay que tener cuidado de que no te traicione el medio litro.

Zulogaarden Skruanjer Stout

Esta birra fue parte del botín que nos trajimos de nuestra incursión en el Birragoza, la compramos a última hora entre los restos que quedaban después de que los maños arrasasen con las existencias de todos los productores. No se ni cuantas veces la tomé allí pero tenía que revisarla con más calma en casa, así que hoy hablamos de la Zulogaarden Skruanjer Stout.

La Zulogaarden Skruanjer es una Stout elaborada en Fortiver S.L. en la localidad de Rubí, Barcelona. Tiene una graduación alcohólica de 6% elaborada con maltas Pale, CaraPils, Caraza II y III, Cara Red, copos de centeno, azafrán, trufa y lúpulos Chinook, Cascade, Galena y Columbus.

Tiene color negro, vivacidad media y espuma persistente color café. El aroma es intenso, torrefacto, con matices a pan, cáscara de naranja amarga con toque especiado. En boca encontramos naranja, pan tostado, tierra, café y muy sutilmente las especias. Tiene un final entre dulce y muy amargo a lo zulostyle. El amargor está poco integrado y descompensado dejando un gusto final extraño.

Una cerveza curiosa en la que, a diferencia de otras, las especias aparecen sutilmente y no dominan la fórmula. El sabor y aroma son agradables pero, a mi parecer, el amargor final tan desfasado fastidia un poco la sensación final. También he de decir que esto no me ocurrió cuando la tomé de barril en la feria, habrá que darle otra oportunidad.

Marston’s Oyster Stout

Hoy toca reseñar una cerveza que aún englobada dentro de un estilo concreto forma, junto con todas las cervezas de la compañía, un estilo propio y original debido a las aguas con las que se elabora, la Marston’s Oyster Stout.

Se elabora en Marston’s Brewery en Burton upon Trent. Se fundó en 1834, cuando John Marston creó  J. Marston & Son en la cervecería Horninglow en Burton upon Trent, a esta localidad fue conocida como el lugar donde se elaboraba la mejor cerveza para exportar a sus compatriotas colonos en la India.

La Oyster Stout es una Stout con una graduación alcohólica de 4,5% elaborada con malta de cebada y trigo, lúpulos Fuggles y Goldings y agua de Burton, no se utilizan ostras en la receta, el nombre se debe a que son el maridaje recomendado. Ganó la medalla de oro como “best bottled Stout” en 1998 y fue votada “Champion Bottled Beer” por CAMRA, Campaign for Real Ale.

La Marston’s Oyster Stout es una cerveza negra con vivacidad media y espuma beige de corta duración. El aroma es poco apreciable, metálico y con ligeras notas maltosas. En boca es suave, ligera y fácil de beber, encontramos matices a chocolate, café, pasas y ciruelas con un dulzor escaso acompañado de un ligero amargor que le da un carácter diferente y original.

No se si es muy adecuada para el calor que hace últimamente pero en cualquier época del año, lo seguro es que os sorprenderá.

Cata de Guinness Draught

¿Qué podemos decir de la cerveza Guinness que no os haya contado la propia compañía cervecera? Se trata de la cerveza irlandesa más conocida y con el mayor volumen de exportación mundial y un presupuesto enorma para el marketing, la idea del libro Guinness de los records solamente podría porvenir de un directivo cervecero.

Elaborada por primera vez por Arthur Guinness en la cervecería St. James’s Gate Brewery en Dublín desde el año 1759 se ha convertido en la cerveza negra más consumida. La Guinness Draught es una cerveza Ale de estilo Scout seca fabricada con malta tostada con un graduación alcohólica de 4,2%. El estilo Scout surgió a partir del estilo Porter a medida que la cerveza se iba fabricando más fuerte y fue comercializado por primera vez en el año 1730 en Irlanda. En este caso El envase es una lata de 44cl con un sistema, una bola de plástico en el interior, que trata de reproducir la labor del grifo de barril.

A primera vista el color parece negro pero esto es solamente debido a la opacidad de la cerveza ya que mirándose a trasluz se puede observar que el verdadero color es rubí oscuro. Según se vierte se puede observar la espuma abundante, cremosa, dorada que no desaparece característica de Guinness, las burbujas de nitrógeno en contacto con el vaso presentan cierta resistencia, lo que le da esa sensación de espuma que sube y baja al mismo tiempo. Presenta aroma a malta tostada y en boca se notan sabores como a café, gusto complejo a tostado, fuertemente amargo, con un intenso retrogusto muy duradero. Es una cerveza compleja con mucho cuerpo, espeso, cremoso y equilibrado.

Creo que mi colección de seis sombreros de Guinness hablan sobre mi opinión de esta cerveza, no pasa un San Patricio sin que me lleve por lo menos uno de ellos para casa. Es perfecta para tomar tranquilamente, saboreándola lentamente, con el estómago vacío ya que entre el espesor y la cantidad, nunca pidas menos de una pinta, acabarás lleno.