Hace ya más de 10 días que estuvimos en la Primera feria de la cerveza artesanal de Valdemorillo y aún no os hemos contado nada de como lo pasamos allí, así que ya iba siendo hora.
Nos fuimos hasta el intercambiador de Moncloa para coger el autobús de las 12 sin saber muy bien a lo que íbamos, ya que por parte de la organización muy poca o casi nula información se había dado sobre el evento, tan solo sabíamos de algunos de los productores que asistirían porque ellos mismos lo habían anunciado, y apenas se había promocionado el evento. En el autobús nos encontramos con Fran de Oh cerveza que iba con dos amigos.
Tardamos unos 50 minutos en llegar, y nos dirigimos al pabellón de fiestas, donde se celebraba la feria. Al llegar primera sorpresa, pese a las dudas de Fran que nos hizo arrepentirnos a todos de no haber llevado un vaso de casa por si servían la cerveza en vaso de plástico, si que había uno propio de la feria. Había muy poca gente, nada más entrar allí estaban de charleta los chicos de Yria con El oso y el cuervo, con pinta más bien de aburridos.
Empezamos con una Yria brown, y nos dimos una vuelta de reconocimiento y de saludos. Había puestos de Yria, Milana, Domus, Medina, El oso y el cuervo, de una cerveza local que sirven en la cervecería organizadora del evento llamada Monasterio, y de una tienda online Taberna artesana. También una barra con comida, lo típico en estos casos: chorizo, salchichas, patatas, chistorra… lo que probamos bastante rico y a unos precios más que asequibles.
A mediodía comenzó a haber más afluencia de gente, llegaron más amigos de Fran nos hicimos fuertes en una mesa y allí nos pusimos a comer, a probar todas las cervezas y a compartir impresiones. Nos lo pasamos muy bien.
En cuanto a las cervezas para mi las mejores la Oso negro (que estaba espectacular de barril), la Domus summa y la Gringaza de medina y se oyeron por allí tambien muchas alabanzas a la Vendeta
La feria podía haber sido un gran éxito, ya que tenían un buen sitio (algo viejo y destartalado pero bastante grande) y relativamente bien comunicado desde Madrid. Pero la organización fue algo desastrosa al menos en cuanto a promoción y difusión. El puesto de cerveza local ni siquiera tenía un cartel que la identificase, había que preguntar al hombre que la servía que era aquello.
Dicho esto diremos que nosotros nos lo pasamos en grande. Para nosotros un día con buena cerveza, picoteo y charla con buena gente como la que había allí es un día perfecto. Como fin de fiesta nos fuimos a cenar a La Dichosa, en la zona de Conde Duque, sitio más que recomendable, la comida es muy buena, tienen alguna cerveza artesana y ya han organizado alguna cata