Como ya hemos reservado nuestros vuelos vacacionales a Bélgica toca volver un poco a los estilos de esta bella patria con una pequeña cervecera que ha salido reforzada de una ridícula demanda de Brewery Bosteels por la patente del conocido vaso de Kwak, que aseguraban que se parecían por el simple hecho de tener una base de madera. Hoy hablamos de la La Corne du Bois des Pendus Blonde y La Triple 10º.
Se elaboran en la Brasserie des Géants en Irchonwelz en Bélgica y ya tienen todo listo para montar su propia fábrica en Ebly. Toma nombre de una zona del bosque de Anlier que tiene forma de cuerno donde en el siglo 17, durante guerra de los treinta años, las tropas enviadas por Alemania colgaron a un centenar de personas que se refugiaban allí. En la etiqueta aparece Cornelius, leyenda cervecera local que antes de ser ahorcado enterró en el bosque la inimitable receta de su cerveza que nunca llego a encontrarse y cuyo fantasma todavía habita el bosque.
La Corne du Bois des Pendus Blonde es una Belgian Ale con una graduación alcohólica de 5,9% elaborada con malta pilsen, trigo y dos lúpulos. Está galardonada con la medalla de plata del gran público en el Mundial de la Cerveza de Estrasburgo en 2010.
Es rubia con mucha vivacidad que crea gran cantidad de espuma blanca de persistencia media, aunque con el tiempo acaba desapareciendo por completo. El aroma es típicamente belga, a levadura, dulce, ligeramente frutal como a manzana pero con carácter lupulado como a hierba y heno. En boca con cuerpo ligero es inicialmente dulce, a cereales y ligeramente frutal, pasando a un sabor a clavo, herbal y a paja mojada. El amargor está presente e integrado con el dulzor y el alcohol redondeando el fin de trago de una cerveza que aun siendo correcta se me hace un poco sosa.
La Corne du Bois des Pendus La Triple 10º es una Belgian Tripel con 10% de volumen de alcohol. Tiene color dorado y abundante vivacidad con espuma blanca y jabonosa que no llega a desaparecer. El aroma es intenso con un muy agradable olor a flores y especias. En boca con una efervescencia que pica un poco en la lengua y cuerpo entre medio y lleno tiene sabores dulces pero sin pasarse, a flores y naranja con toque azucarado. El final de trago está perfectamente equilibrado con un muy integrado amargor que deja un retrogusto con un toque alcohólico como marca el estilo.
Personalmente me quedo con la rica y diferente Triple de esta cervecera a la que su vaso en forma de cuerno que le ha causando tantos disgustos como promoción y apoyo internacional.